En el trabajo puramente pictórico de Marcos Barrientos (Málaga, 1996) se aprecian espacios ambiguos, donde la representación dentro de la representación juega un papel fundamental. Lo que aparece como real se muestra falso, como un decorado, remitiéndonos así al carácter representacional de toda imagen pictórica. Barrientos conjuga los recursos retóricos y problemáticas de la pintura barroca, española y holandesa principalmente, con los discursos de la pintura contemporánea, centrándose en nuevos modos de comprender la materia pictórica y su potencial como medio de expresión.
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¿Por qué haces arte? ¿Siempre quisiste ser artista?
Esta pregunta tiene demasiadas capas así que trataré, simplemente, de explicar cómo fue mi acercamiento al arte contemporáneo. Supongo que yo pertenezco a ese grupo de chavales, de los que había uno o dos por clase en el colegio, que si tenía un lápiz y un papel ya tenía entretenimiento para una tarde aburrida. Y así es hasta que llega bachillerato y de tantas veces que oyes “este niño tiene que estudiar bellas artes” te lo acabas creyendo. Fue en segundo de carrera cuando, gracias a dos profesores en concreto, tomo conciencia profunda de lo que significa el arte y la experimentación artística. Cómo estas herramientas se convierten en un lenguaje, responden a una tradición y cómo, desde el cine hasta la escultura, se entrelazan las temáticas con los modos de exponerla. Es la fascinación que despiertan en mí estas estructuras internas de los proyectos artísticos los que me lanzan a tantear estos terrenos.
Trabajas desde la pintura, y aunque conoces los modos tradicionales de ésta, en tu obra se puede advertir una subversión de estos códigos que repiensan la propia producción pictórica. ¿Cómo lo consigues?
En cierto modo, subvertir algo supone, ante todo, frustrar unas expectativas. Es por esto que considero necesario partir del conocimiento de una tradición pictórica para tensar ciertas cuerdas y llevar al límite unos modos de afrontar la pintura. Para mi trabajo es crucial la figura del espectador en un momento en el que el arte gira en torno a la figura del autor y todo resultan ejercicios de estilo. Porque solo desde el espectador se puede establecer un diálogo para trazar un puente entre el fuera y el dentro, ya sea para agradar, perturbar o plantear interrogantes. En este caso el cine es paradigmático como una disciplina que sigue pensando en el espectador como meta de la obra, sin que esto tenga unas connotaciones puramente comerciales.
He leído que en tus obras conjugas recursos de la pintura barroca, sobre todo española y holandesa, con los discursos de la pintura contemporánea. Me sorprende que alguien tan joven tenga esos referentes en su trabajo.
Cómo decía antes, partir de una tradición, sobre todo una tan marcada y tan reivindicada en España como nuestro arte Barroco, te hace no partir desde cero. Ya se tienen unas expectativas y desde ahí ya tomo la dirección que considere, pero tengo un punto de partida. Y si tuviera que justificar por qué tomo el Barroco en concreto, seguramente sea por este carácter instalativo que tiene la pintura de los siglos XVI y XVII. Son, casi todos los cuadros de esta época, puestas en escena de elementos que establecen un diálogo entre sí. En este sentido, me recuerdan mucho a los cuadros de Francis Alys que pinta directamente ideas para proyectos posteriores convirtiendo, directamente, un planteamiento en una obra.
Perteneces al colectivo artístico Little Cigarettes. ¿Qué te aporta como artista pertenecer a un colectivo?
El colectivo Little Cigarettes surge de una forma casi azarosa. Fue en un momento en el que nos queríamos lanzar a plantear propuestas para diferentes concursos y ferias pero ninguno tenía producción suficiente para llenar un espacio. Así que, como haría cualquiera, te reúnes con tus colegas de la facultad y unas cervezas y empiezan a surgir proyectos. Nuestra producción, a pesar de lo diversa que es, dialoga bastante bien entre sí porque Málaga supone un marco muy particular para los jóvenes y más aún para los jóvenes artistas.
En muchas ocasiones tus cuadros representan espacios ambiguos, que provocan sensación de extrañeza en el espectador ya que lo que aparece como real se muestra falso, como un decorado. En este sentido, ¿qué temas tratas en tus obras?
Creo que si hay un eje central en toda mi producción es la tematización de la mirada. Un tema tan amplio y ambiguo en la práctica pictórica que me abre el abanico lo suficiente para que la experimentación formal no se vea demasiado acotada. En el Barroco y más tarde en el impresionismo y post-impresionismo ya se le dan muchas vueltas a esta idea. Primero desde la alegoría y más tarde desde la propia materia pictórica. Ahora mismo estoy en un momento de revisión de todas estas estructuras y ver cómo se digieren en la actualidad.
Para un artista joven como tú, ¿cómo ves el sistema del arte en nuestro país? ¿Qué cambiarías o mejorarías?
Es difícil comentar algo acerca de este tema y que no se convierta en un hilo de tópicos. Aunque se pidan ayudas públicas para la producción, lo que me parece lógico y necesario, no podemos olvidar que la práctica artística siempre se ha construido sobre el apoyo de privados. Si hay algo que se ha disipado en nuestro país es un afán de coleccionismo que podríamos echar la culpa a factores culturales o a falta de apoyo público. En cualquier caso, es una pescadilla que se muerde la cola.
Desde mi situación, lo único que puedo hacer es buscar la mejor jugada en el tablero que se plantea. De todas formas, partir de una mala situación política es un win-win. Si triunfo dirán “a pesar de las adversidades lo logró” y si fracaso podrán decir “el pobre vivió una situación política muy dura”.
Cuéntanos más sobre la pieza que presentas en More Painting, please! On-site
Policeman (óleo sobre lienzo, 100 x 70 cm ) es una pintura al óleo de 2017. Es una de las primeras piezas que me abre el camino a lo que esta siendo la evolución de este primer proyecto, dónde las preocupaciones siguen siendo las mismas. Trabajo a partir de imágenes que voy tomando de diferentes medios (redes sociales, revistas, Google,…) a las que trato de dotar de sentido y estructura dentro del lienzo. La experimentación plástica con la propia pintura la tomo como eje de la elaboración del cuadro, y desde ahí construyo las composiciones.
¿En qué estás trabajando ahora? ¿Cuáles serán tus próximos proyectos?
No me tomo mi producción como proyectos cerrados en sí mismos, más bien, dejo que la evolución fluya lentamente entre obra y obra. Una vez que tengo un conjunto de cuadros tomo algunos y los agrupo para establecer relaciones entre ellos, pero siempre a posteriori. Ahora mismo continuo con estas preocupaciones por los diferentes grados de ficción dentro de la imagen y la experimentación plástica como ejes vertebrados de toda mi producción.
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