Marina Iglesias (Cádiz, 1991) desde la exploración matérica de la pintura, busca indagar en la razón que hace que ciertas imágenes capten su atención y que otras, sin embargo, pasen desapercibidas. La coexistencia de una aparente simplicidad de lo manufacturado que se repite, anulando la identidad en pro de una masa homogénea, en escenarios naturales únicos e irrepetibles, constituye el eje central del proyecto que presenta More Painting, Please! On-site. Hemos charlado con ella para conocer más sobre su discurso artístico, los temas que explora en sus obras o cómo se enfrenta al lienzo vacío.
Tabla de contenidos
¿Cuáles son los temas que exploras en tus obras?
He estado explorando distintos temas según la etapa en la que me he encontrado. En una primera etapa investigué sobre las distintas maneras que tenemos de percibir la realidad y cómo elaboramos un constructo subjetivo de esta. Durante una segunda etapa estudié el género cinematográfico del thriller para entender cómo se construye el suspense. Buscaba experimentar y trasladar algunos de estos recursos que el cine utilizaba a la pintura. En una tercera etapa me interesé por la imagen bélica y política, me llamaba la atención el uso de la imagen repetitiva (como por ejemplo los uniformes) para crear nuevos conceptos (la sustitución de una personalidad individual por el concepto de grupo) y cómo se relacionaban ideas antagónicas, como lo manufacturado y lo orgánico, dando lugar a elementos como el camuflaje.
Ahora me encuentro en una nueva etapa diferente que está en proceso. Podría decir que existe un hilo conductor en todas estas etapas que consiste en el cuestionamiento de la realidad, en tratar de abordar algo que está oculto o me transmite misterio. Me interesa la relación que existe entre lo que percibimos y lo que nos rodea y la manera en que eso se transmite.
¿Conoces otros artistas de tu generación que también utilicen la pintura como técnica prioritaria?
Creo que tengo la suerte de poder rodearme de muy buena pintura que es fruto de artistas de mi generación. Artistas que exploran el medio y la imagen de maneras distintas y personales. Me alegra poder compartir y contrastar distintas ideas y que se nutran entre sí.
¿Cuál ha sido la evolución de tu práctica artística?
Para mí lo que más caracteriza mi evolución artística es la seguridad que he ido adquiriendo en lo que hago. Cuando estás en la universidad profesoras/es, compañeras/os y amigos/as, suelen comentar la obra en sus diferentes fases. Recibes distintas influencias sin dejar de ser algo propio y eso también la enriquece. Cuando me centré en trabajar sola, empecé a enfrentarme cara a cara con la obra, asumiendo todas las decisiones que se van tomando en el proceso de elaboración. A veces también la comparto con otras personas en su proceso, pero desde un punto diferente al anterior. Si cometo un error es mi responsabilidad. Sin embargo, aprendí a entenderlo como un elemento que siempre ha estado y estará y me parece interesante tomarlo como algo que forma parte de lo que hago. Me agrada ver ciertas imperfecciones que van marcando una personalidad concreta en la obra.
¿Cómo es tu proceso de trabajo a la hora de afrontar un lienzo vacío?
Suelo ser poco miedosa y suelo tener también una idea previa de lo que hacer, algún boceto que me ayude en la construcción. Para mí la cuestión es sencillamente empezar.
¿Nos puedes contar algo sobre tus próximos proyectos?
Podría decir que va a haber ciertos cambios tanto en el estilo como en el concepto de la obra. También se mantienen aspectos anteriores, como la presencia de la forma orgánica como un elemento importante en la composición o desde un punto de vista conceptual, el cuestionamiento de la realidad, la búsqueda de lo oculto o la construcción de un universo subjetivo que se transmite a través de la pintura.
En un mundo en el que estamos saturados de imágenes, ¿qué crees que puede aportar un creador hoy a nuestra relación con esas imágenes?
Considero a los/as creadores/as como un medio a través del cual hacer preguntas y respuestas. Ya sea con pintura, instalación, escultura, con una pieza musical o con una película…Cualquier tipo de obra te invita a que la confrontes y te cuestiones, y así, ayuda a generar un carácter crítico y/o una sensibilidad con respecto a ti mismo/a y a lo que te rodea.
¿Cuál es el criterio que sigues a la hora de elegir esas imágenes con las que trabajas?
Me interesan las imágenes en las que considero que hay algo extraño y es por eso que no termino de entenderlas de una manera totalmente consciente.
Además de la pintura en estudio también realizas murales y objetos escultóricos. ¿Qué diferencias, además del medio, encuentras entre unas formas de expresión y otra?
La pintura de estudio es el medio que más personal e íntimo me resulta. Creo que va muy en sintonía con los diferentes estados por los que paso mientras estoy pintando, se adapta y a la vez me ayuda a estar concentrada y fluída, y a crear un espacio tranquilo solo para mí. A veces también genera conflicto, error y resolución. Para mí es muy fidedigna a los procesos vitales. La escultura me calma. El constante contacto con las superficies me relaja y creo que ese es el estado idóneo para trabajar con la escultura. La pintura mural es como un juego, como cuando era pequeña y salía a la calle a jugar con mis amigos/as. Es inevitablemente más social, la gente alrededor suele sentir curiosidad y siempre que he hecho murales he acabado entablando conversaciones. Ese espacio se vuelve temporalmente familiar y para mí suele dar lugar a una experiencia muy gratificante.
Cuéntanos sobre las piezas presentes en More Painting, Please! On-site.
The Soldier es la pieza de la que surgió todo el concepto de la serie bélica. La imagen que utilicé me impactó en primer lugar por sus colores retocados, pero después de pintarla me pareció muy interesante la manera en la que se mostraba el uniforme. Me llamó la atención la maraña visual que mostraba, sin un aparente criterio, a la vez que creaba un espacio armónico en el lienzo. Portuguese soldiers doing exercise tiene algo de cómico y siniestro a la vez y también pone de manifiesto la importancia visual del uniforme para omitir la expresión individual y dar lugar a la imagen de grupo. Todos parecidos, con la misma pose y la misma ropa. Me interesó mucho esa tensión que se crea en la imagen, tanto en el concepto como en la técnica: es una repetición y no lo es, ya que sigue un mismo patrón que, al no ser manufacturado, de alguna manera va cambiando.
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