Rocío Madrid tiene 29 años, es de Melilla y vive en Madrid. Por mucho que ella no quiera considerase artista, Rocío lo es, porque expresa su mundo y sus sentimientos a través de una creatividad desbordante. Su trabajo nos apasiona por su mezcla de fuerza y feminidad, por su ambiente adolescente y por su sentido del humor. Considerarla como parte del movimiento de artistas emergentes madrileños que están surgiendo en la zona es de obligado cumplimiento.
Rocío nos recibe para esta entrevista en su estudio, tomando un té negro en una calurosa mañana de verano. Y empezamos a hablar y se nos pasa el tiempo volando charlando sobre cartas astrales, espiritualidad, el mundo del arte, las amigas y Rocío Jurado.
Rocío Madrid forma parte de la colección de cuadros decorativos que hemos seleccionado. Si quieres explorar más obras para decorar, recomendamos que consultes Aquí.
Tabla de contenidos
Rocío, ¿crees que afecta de alguna forma en tu producción artística haber crecido en Melilla?
Sí que es verdad que ha construido mi identidad y cada vez estoy más vinculada con mis raíces pero yo creo que a nivel de imagen no. Tampoco sé la imagen que la gente de fuera tiene de Melilla pero, aún así, no creo que me haya influenciado mucho.
Y hablando de la identidad, ¿crees que la identidad cuando eres emigrante se refuerza?
Por supuesto, te aferras a tus orígenes porque es lo único que tienes. Me pasa por ejemplo con la música…
Sí, he leído por ahí que te encanta por ejemplo Rocío Jurado como cantaora porque además te recuerda a tu abuela ¿,no?
Sí, viene de mi abuela, de mi gente, en mi casa se ha escuchado siempre mucho flamenco. Yo antes escuchaba mucha música indie, porque yo me quería separar de todo eso, uno siempre sale de su casa rebelándose y ahora estoy como retomando lo que había dejado atrás. Y Rocío Jurado está guay, por supuesto, pero yo ahora estoy descifrando muchos códigos del cante jondo, del sur. Yo no soy andaluza y no me considero andaluza, soy de Melilla, pero sí que es verdad que mis ascendentes son andaluces y eran gente de la tierra, pescadores. De hecho en un futuro a medio plazo tengo pensado irme por Andalucía y hacerme un recorrido y descubrir mucho sobre flamenco, pero desde mi punto de vista, no quiero volverme una erudita del flamenco, sino averiguar qué es lo que me llama a mí la atención y darle un punto de vista más contemporáneo. El flamenco es espíritu puro, es el cante del alma. Yo ahora mismo estoy en una época que estoy investigando mucho sobre la espiritualidad, sobre la fe, y eso lo veo mucho en el flamenco, es como lo más primario, es la esencia. Lo espiritual siempre lo he tenido ahí, porque Melilla está en Marruecos y todavía tiene mucha importancia, pero antes lo veía como algo inferior.
¿Y vas a incorporar esto del flamenco y la espiritualidad en tus próximos proyectos?
¡Pues mira sí, precisamente estoy justo ahora componiendo unas alegrías flamencas! Además estoy trabajando en un proyecto que voy a presentar en Hybrid Festival que se llama Hermana y trata sobre la relación de amistad con las chicas que me rodean, porque es con las mujeres con las que me siento más protegida y desde que llegué a Madrid me encontré con una mujeres maravillosas y este proyecto trata de rendir tributo a eso. Hermana se centra en los pequeños detalles, en la búsqueda de la fe pero partiendo desde lo cotidiano: yo voy a casa de mis amigas, les hago retratos y a través de ellos quiero darles un punto de vista divino, llevarlos a lo espiritual porque al final esas personas que te acogen y te miman en el día a día son una bendición.
En tu trabajo te basas siempre en lo que te rodea, es un universo muy femenino, ¿por qué?
Es femenino porque yo soy mujer y soy femenina aunque tenga el pelo corto. Soy yo, no pongo ningún filtro.
¿Intentas plasmar también la adolescencia?
No lo hago intencionadamente, a lo mejor es que yo sigo actuando de esa manera o es algo que tengo que superar, pero de verdad que no lo hago queriendo. He hecho fanzines inspirados en mis vivencias de mi época de adolescente y que forman parte de lo que soy ahora. Pero no pongo ninguna intención en ser la eterna adolescente.
¿Tú cómo ves el sistema del arte actual, el “mundillo artístico”?
Yo no me considero dentro del mundo del arte, yo creo que voy en paralelo. Y es que veo claro que tiene que haber un movimiento en paralelo a ese sistema tan institucionalizado de galerías, ferías, museos… Conozco gente que está muy dentro de ese sistema y es un sacrificio brutal, yo no quiero eso, yo quiero hacer lo que me gusta. Si mi trabajo se puede ver y se puede compartir y puede llegar a cuanta más gente mejor me parece estupendo, pero no me identifica la palabra artista ni ese mundillo del arte al que te refieres.
Y cuando no estás haciendo arte o trabajando, ¿qué haces?
La verdad es que últimamente siempre estoy haciendo arte, me vengo aquí y me pongo a hacer fotos y a dibujar y cuando no me voy a la piscina. Pero en general siempre tengo que estar haciendo algo relacionado con la cultura para no sentirme mal: ir al cine o a un museo o leyendo… Creo que estoy en un punto de tránsito y de iluminación y es la primera vez en mi vida que veo las cosas tan claras. Ahora mismo me siento más segura que nunca, siempre me he visto muy condicionada por las tendencias, por lo que va a funcionar y lo que no, sin embargo ahora estoy proyectando lo que quiero y me siento segura y estoy lanzando un mensaje que creo que es bonito y que puede servir. Llevo toda la vida enfrentándome a cosas conmigo misma que ahora ya no me tengo que enfrentar y cuando te quitas todos esos pesos de encima tienes mucho más tiempo para invertir, para desarrollarte y para todo.
Si quieres explorar las obras de arte de Rocío y de otros artistas contemporáneos visita nuestra sección obras o el perfil de nuestros artistas.