El arte digital es un concepto diverso y heterogéneo. Por eso, en ocasiones se hace difícil definir qué es una obra de arte digital, ya que son creaciones realizadas con herramientas tan dispares que es complicado etiquetar lo que es, o no, arte digital. Para aportar un poco de luz sobre este tema y comprender que, quizás, hoy en día ya no es tan importante definir qué es arte y qué no, hemos preparado un breve recorrido sobre la historia y los artistas digitales Para eso, te dejamos también esta guía gratuita, para que te sea más fácil entenderlo.
Tabla de contenidos
Qué es el arte digital
En general, el arte digital se refiere a obras creadas o mostradas a través de tecnologías y medios digitales (ordenadores, videos, internet, audio, bases de datos…etc.). Una de las características, por tanto, más importante del arte digital es la diversidad de los «diferentes» tipos de artes digitales, ya que no se refiere solo a obras de un mismo formato o técnica, sino que engloba, por ejemplo, el net art o arte creado en Internet, el arte virtual, el arte interactivo, la impresión 3D, el videoarte o incluso el gif art (arte hecho a través de gifs).
Pero lo verdaderamente revolucionario del arte digital, además de la utilización de herramientas digitales, es la voluntad de ruptura con los circuitos tradicionales del arte. El arte digital revolucionó la forma en que se podía hacer, distribuir y ver el arte. Aunque parte del arte digital se apoya en gran medida en galerías o museos tradicionales, especialmente en el caso de instalaciones que requieren maquinaria y componentes complejos, gran parte de este arte se puede transportar y ver fácilmente a través de la televisión, la pantalla del ordenador, las redes sociales o Internet. Además, el arte digital se concibe cada vez más para fomentar la interacción con el público y muchas obras digitales se basan en la idea de participación e intervención de los espectadores.
Breve historia del arte digital
Aunque se considera a los científicos interesados por la cibernética de finales de la década de 1940 y principios de 1950 como los primeros artistas digitales, estas primigenias creaciones estaban más cercanas a la ingeniería que al arte. Es por eso por lo que se ha establecido la década de 1960 como la época en la que estas producciones abandonaron la esfera de la ingeniería para entrar plenamente en el terreno del arte, con obras que mezclaban la performance, la música o las instalaciones. En 1958, por ejemplo, Wolf Vostell se convirtió en el primer artista en incorporar un televisor en una de sus obras. Con los años, el desarrollo, ya no solo del vídeo en los años setenta, sino de los gráficos por ordenador en los años ochenta y las tecnologías en tiempo real de la década de los noventa, combinadas con la difusión de la web e Internet favorecieron la aparición de nuevas y diversas formas de arte digital.
Actualmente, todos los artistas emplean herramientas digitales en algún momento de su proceso creativo, aunque sea durante la etapa de investigación. La hibridación entre formatos es ya imparable y las disciplinas artísticas se entremezclan hasta tal punto que debemos reflexionar si realmente el arte digital existe como categoría o es simplemente una forma más de expresión contemporánea.
El arte digital hoy
En la actualidad hay algo que está claro: el arte digital está cada vez más presente en todas las esferas del arte contemporáneo. Cada día el número de exposiciones de arte digital aumenta, mientras que los coleccionistas de arte están cada vez más interesados en este movimiento artístico, a pesar de que no es un arte fácil de coleccionar. La mayoría de los críticos y comisarios creen que integrar la tecnología de nuestro día a día y utilizar la interactividad crea, para el público, experiencias culturales más completas. Sin embargo, existen también voces críticas que evidencian que el arte digital fomenta la espectacularización de la cultura y en cierta manera, su banalización, al conceder más importancia al canal (la tecnología) que al propio discurso del artista, que en muchas ocasiones casi ni existe.
Pero es indiscutible que la importancia del arte digital es imparable. Este año, por ejemplo, se ha creado el primer museo digital de la historia. El Mori Building Digital Art Museum de Tokio (Japón), permite, en sus 9 mil metros cuadrados, interactuar con más de 50 piezas de arte digitales a través de diferentes salas interactivas en las que viajar entre cinco mundos distintos.
También existen cada vez más bienales, festivales e incluso ferias dedicadas al arte digital. La Biennale Nemo en París contó con 6 meses de programación en 2018, el Ars Electronica en la ciudad austriaca de Linz se ha convertido en los últimos 30 años en uno de los festivales de arte digital más importantes del mundo. En España Loop Fair y Loop Festival, feria y festival sobre videoarte, son un referente en el arte audiovisual y un indicador de las novedades creativas y discursivas dentro de este ámbito y The Wrong es una bienal cuya programación sucede tanto online como offline. La parte online de la bienal es en pabellones virtuales comisariados para cualquier medio accesible online donde se exhiben obras de arte seleccionadas. La parte offline de la bienal, por su parte, tiene lugar en embajadas, instituciones, espacios de arte, galerías y estudios de artistas en ciudades de todo el mundo que presentan proyectos temporales con presentaciones en vivo, talleres, charlas y exposiciones.
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Artistas imprescindibles del arte digital
Andrea Galvani
El italiano Andrea Galvani es uno de los mayores exponentes del arte digital a día de hoy. Su uso de los neones a la hora de hacer una instalación, fotografía, performance, se unen con el uso de fórmulas matemáticas (principalmente física). Esta investigación conceptual está basada en la multiplicidad del lenguaje, para ampliar la perspectiva individual de las cosas que nos rodean. En sus obras vemos fórmulas, pero no tratadas como elementos científicos, sino como un aspecto visualmente bello que sirve para contar una historia.
Nam June Paik
Es conocido como «el padre del video arte» por su filmación del Papa Pablo VI durante su visita a la ciudad de Nueva York en 1965, además de ser uno de los creadores fundamentales de la segunda mitad del siglo XX. Integrante del movimiento Fluxus, Paik elevó la televisión a pieza de museo, manipuló imágenes y realizó los primeros ‘collages’ de vídeo.
Shigeko Kubota
Shigeko Kubota fue un miembro clave de la vanguardia japonesa, una respetada integrante de las acciones Fluxus del Nueva York de los sesenta y, a partir de la década de 1970, una pionera del videoarte. Su obra ‘Nude Descending a Staircase’ (1976) fue la primera escultura de vídeo adquirida por el MoMA.
Antoni Muntadas
Es uno de los artistas digitales más importantes y pionero del videoarte en nuestro país. Una de las características más destacadas de su trabajo es la utilización artística de contenidos de los medios de comunicación de masas. Sus proyectos se desarrollan en distintos medios: fotografía, vídeo, publicaciones, Internet e instalaciones multimedia.
Martha Rosler
Semiotics of the Kitchen (1974/75) es un trabajo pionero de videoarte feminista en el que se parodiaba los primeros programas televisivos de cocina dirigidos a mujeres. Rosler va mostrando distintas herramientas de cocina pero utilizándolas de forma completamente diferente a como supuestamente se deben usar.
Bill Viola
Está considerado una de las figuras más influyentes en la generación de artistas que utilizan los nuevos medios electrónicos audiovisuales. Sus obras engloban videoinstalaciones, ambientes auditivos y performance y las temáticas giran alrededor de las experiencias y preocupaciones de la condición humana, tales como el nacimiento, la muerte y la consciencia.
Joan Jonas
Joan Jonas fue una de las pioneras en combinar video, cine experimental y performance. Su trabajo influyó tanto en el arte conceptual, como en el teatro y los medios visuales. En sus obras la influencia de la danza contemporánea y del lenguaje cinematográfico de vanguardia sustituye la continuidad narrativa con un estilo de performance multimedia que incorpora dibujo, escultura y vídeo.
Daniel García Andújar
Es uno de los principales exponentes del Net.art. Desempeña su trabajo en torno a las cuestiones de la democracia y la desigualdad en la sociedad de la información. Mediante la ironía, cuestiona cómo el uso de las nuevas tecnologías nos transforma y critica la voluntad de control que esconden detrás de su aparente transparencia.
Peter Campus
Three Transitions (Tres transiciones) de Peter Campus es una de las obras más influyentes del videoarte. Fue concebida en la década de mayor intensidad creativa del artista y, por el carácter pionero de sus contenidos, se ha convertido en una de sus obras más reconocidas. El vídeo se organiza en tres ejercicios cortos o «transiciones» en los que Campus ensaya diferentes trucajes visuales y espaciales.
Jennifer Steinkamp
Pionera en el uso de la animación digital, el trabajo de Steinkamp se centra desde hace tres décadas en explorar temas vinculados con la percepción, el movimiento y el espacio. Su obra, que presenta en forma de vídeo instalaciones, busca transformar la arquitectura de los lugares donde se expone proyectando sobre muros, techos o ventanas imágenes tridimensionales creadas por ordenador, cuyo objetivo es alterar la percepción del espectador y generar espacios cargados de significados.
Daito Manabe
Es el artista más joven de esta lista y quizás el que mejor representa los cambios de paradigmas en el arte y en la sociedad del siglo XXI. Daito Manabe combina arte y tecnología de una forma natural, ya sea como compositor, diseñador, programador, DJ o VJ. Está considerado por Apple como uno de los 30 creadores de referencia del panorama actual y su trabajo goza de gran repercusión porque él mismo se encarga de compartir sus creaciones y los trabajos que va desarrollando en su canal de Youtube.
Artistas digitales en Saisho
En Saisho también apostamos por el arte digital. Estos son los artistas de nuestra colección que trabajan con disciplinas tecnológicas en sus obras:
Victor Meliá de Alba
El artista Víctor Meliá de Alba investiga cómo actúa la percepción de las imágenes en la sociedad actual, una sociedad hiperconectada que consume imágenes de forma compulsiva. Otros focos de investigación importantes en el trabajo de Meliá, relacionados también con las imágenes, son la cuestión de la identidad, la privacidad o la vigilancia en el mundo contemporáneo. Las obras que presenta en Saisho exploran el binomio digital – analógico de la imagen ya que son trabajos con una fuerte estética tecnológica a la vez que pictórica.
Inés Maestre
Inés Maestre (Madrid, 1992) trabaja desde un proceso creativo muy particular en el que parte de imágenes personales o de archivo y que combina para crear nuevas imágenes que interviene a través de herramientas digitales como pinceles de Photoshop y con pintura al óleo.
Julia Romano
El trabajo de Julia se centra en fotografía y collage. Con ellos crea obras que cuestionan la manera que tenemos de percibir la realidad. En exposiciones como Paisajes Culturales, ha creado piezas mediante imágenes de paisajes, las cuales ha escaneado o descargado de internet. Con ellas ha creado paisajes nuevos en los que plantea lo natural como un «artificio cultural» (la manera que tenemos como cultura de percibirlo. Dentro de las tendencias contemporáneas del arte digital, los collages hechos con distintas imágenes -para crear mundos nuevos- son uno de sus elementos más característicos. Así, podemos reflexionar sobre lo que tenemos delante y relacionarnos de manera distinta con nuestro mundo.
Jesu Moratiel
Jesu Moratiel (A Coruña, 1993) presenta @nicemask, un proyecto surgido de instagram. Moratiel aborda a través de imágenes 3D, – cargadas de surrealismo, humor negro y la ironía del meme – nuevas problemáticas contemporáneas como pueden ser la transitoriedad e impermanencia del contenido frente al consumo masivo de imágenes, la adicción a las nuevas tecnologías, la pérdida de la intimidad o el exacerbado culto al cuerpo y del ego que desemboca en un vacío existencial muy humano.
Geray Mena
Geray Mena vive entre Madrid y Ámsterdam. Es fotógrafo y centra su trabajo en cómo la biografía de los objetos, gestos y lenguajes afectan a nuestra memoria. Gracias a su fuerte estética onírica, que hibrida lo real y lo ficticio, el bodegón y la arquitectura. Las obras de Mena han sido expuestas en centros de referencia, ferias y festivales internacionales y nacionales como el Centro Cultural Conde Duque y el Centro Cibeles de Madrid.
Magda Arqués
Magda Arqués centra su trabajo artístico en las nuevas tecnologías y el arte digital. Además de participar en numerosas exposiciones y bienales con su obra, es profesora en la Escola D’Art de Disseny en la asignatura de Medios Informáticos. Su trabajo parte de los códigos informáticos de programación de los que se apropia para modificarlos y convertirlos en imágenes. A través de sus proyectos Magda reflexiona sobre cómo la tecnología actual que nos rodea nos influye en nuestro día a día. Puedes conocer las obras que presenta en Saisho aquí.
Manuel Prados
El artista y productor cultural Manuel Prados desarrolla su obra en procesos de trabajo de larga duración en los que colabora con expertos de distintas disciplinas como la arqueología, la botánica o la música. Formado con artistas y comisarios como Antoni Muntadas, Valentín Roma o Ibon Aranberri, a través de sus proyectos de investigación artística observa el contexto social que le rodea y trata de confrontarlo con una mirada crítica.
Carolina Lindberg
Carolina Lindberg, artista que vive y trabaja en Londres, configura su trabajo mediante la creación digital de imágenes, plasmadas sobre todo tipo de soportes. Con experiencia en diseño gráfico, en las obras de Lindberg se pueden apreciar bloques de color combinados, personajes e iconos o el uso de tipografías como características fundamentales. Además suele abordar temáticas que cuestionan aspectos sociológicos contemporáneos como la posición actual de la mujer, los límites de la libertad o las morales del bien y el mal.
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