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Presentación del artista
Jorge Gallego es un artista joven y con un estilo hiperrealista muy reconocido a nivel nacional. En la entrevista a Jorge Gallego conoceremos más sobre su obra, que está centrada en el ser humano y su complejidad, buscando profundizar en la condición humana para descubrir cómo conectamos con el mundo, cómo lo utilizamos y qué nos condiciona.
Vamos a conocer un poco más a Jorge para entender su proceso creativo y su motivación de representar la condición humana. Su obra la divide en series y la que trabaja en Saisho muestra el silencio como necesidad manifestado en distintas situaciones y lugares.
Entrevista a Jorge Gallego
1. Hola, Jorge. ¿Qué te llevó a pensar que el arte iba a ser la ventana a tu vida profesional? ¿Cómo te diste cuenta?
Hola, encantado de estar con vosotros. El interés por lo artístico me acompaña desde pequeño, creo que es algo común a todos los que nos dedicamos a esto.
Pienso que es una forma de comunicación que desarrollamos de manera inconsciente en la infancia y que evoluciona a lo largo de nuestra vida. Yo fui trabajando, estudié la carrera de Bellas Artes con la intención de aprender todo lo posible y me di cuenta en esa época que mi vocación era seria, que quería dedicarme profesionalmente a la creación plástica, cosa muy difícil de conseguir. Pero cuando tienes una meta debes intentarlo para no arrepentirte en el futuro de no haberlo hecho. Con poco más de veinte años y sin cargas familiares era el momento y me lancé. Participaba en todo tipo de certámenes, fui entrando en circuitos, galerías, conociendo a gente que me ayudó, etc. Y todo eso dio sus frutos.
La clave está en la perseverancia y el trabajo serio y bien hecho. Algo que me ayudó bastante es mi origen, una familia humilde y trabajadora. Mis abuelos regentaban una panadería, un negocio familiar que viene de generaciones anteriores, por lo que siempre he visto esfuerzo y trabajo a mi alrededor. Quizá eso te da la fortaleza necesaria para aguantar en los malos momentos y seguir hacia delante.
Aunque ya sabemos que en este mundo del arte no es fácil mantenerse. Hay espléndidos artistas que no han podido conseguir el propósito de vivir de su pintura. Por eso me considero un gran afortunado.
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2. ¡Enhorabuena! El esfuerzo siempre tiene su recompensa. ¿Hay alguna obra o motivo que confirme que tu sueño era ser artista?
No tengo ninguna obra favorita pero sí es cierto que ciertas piezas me han abierto puertas y hay que tenerlas en consideración. Cuando gané el premio Figurativas 2009, organizado por la Fundación de las Artes y los Artistas de Barcelona pude contactar con galeristas que, de otra forma igual no hubiese podido conocer. Exponiendo en distintas salas también he conocido a gente que me ha apoyado mucho posteriormente, como la Fundación Ópera, que ha apostado por mí y siempre está ahí.
Lo importante es ir dando pasos, todo suma y al final todo lo que haces redunda en tu futuro.
3. ¿Qué haces cuando no estás inmerso en el proceso creativo?
Dispongo de poco tiempo fuera del trabajo, ya que tengo familia y me gusta atenderla bien. Soy un amante del deporte, también desde pequeño, siempre jugué a baloncesto, mi pasión. Aunque hoy día estoy más centrado en otras disciplinas como el trail running y el ciclismo de montaña.
Salir al campo es algo que me aporta mucho equilibrio mental, además del físico. Y me da la oportunidad de recorrer el paisaje que en muchas ocasiones me sirve de motivo para mi obra.
4. Vaya, además de artista eres atleta -jajaja-. Volviendo al arte, ¿cuál es tu fuente de inspiración principal?
Siempre ha sido el paisaje. Concretamente el que tengo más cerca. Montellano es un pequeño pueblo de la provincia de Sevilla, colindante con la sierra de Cádiz, que ofrece una variedad muy rica de paisajes que van desde la montaña a las llanuras del valle del Guadalquivir. Ese horizonte siempre me cautivó. En un principio lo pintaba por su belleza enigmática y hoy lo incluyo en muchas de mis obras para hablar de cuestiones más metafísicas.
5. ¿Cuál ha sido la obra que más valor tiene para ti?
Como he comentado, no tengo ninguna favorita, hay piezas que me gustan más que otras por lo conseguido en ellas o por que han sido puntos de inflexión en mi obra o la culminación a una serie.
Cuando empecé a pintar todo lo que hacía me parecía maravilloso, quizá porque esos logros los alcanzaba desde el desconocimiento. En cada pieza descubría cosas que me animaban a continuar y seguir avanzando. Ahora, a mis cuarenta años, entrando en la madurez me he vuelto mucho más exigente y ya no soy tan benevolente conmigo mismo; me exijo cada vez más y considero que no todo lo que hago es válido o suma al conjunto de mi obra. He encontrado un camino que debo seguir explorando, y la trayectoria anterior cada vez pesa más.
6. ¿Consideras que el arte hiperrealista es el estilo que más te define? ¿Nunca has trabajado en otro estilo en profundidad?
Para nada considero que el hiperrealismo sea el estilo que más me defina. Yo persigo otras cuestiones en la pintura que no tienen nada que ver con la representación fidedigna de algo concreto en lo superficial. De hecho me suelen aburrir bastante esas pinturas técnicamente perfectas pero vacías de contenido.
Yo intento contar algo con la pintura. Utilizo un lenguaje figurativo y naturalista pero que no llega al perfeccionamiento técnico del hiperrealismo. Es una pena que la inmensa mayoría de la gente no pueda apreciar la factura de la obra al natural ya que casi todo el mundo la ve a través de una pantalla, además tan pequeña como la de un teléfono móvil. Para apreciar la verdadera dimensión de un cuadro hay que verlo en directo.
Como artista contemporáneo, para mí el concepto es tan importante como la factura de la pieza y su riqueza plástica. Estamos comunicando a través del arte y las imágenes que generamos deben ser atractivas y atrayentes para el espectador, pero también deben tener una base teórica sobre la que se apoyen y partir de un discurso que nos define como autores.
7. Sabemos que tu discurso se centra en ahondar en la condición humana, ¿por qué? ¿Dónde consigues sacar la inspiración para mostrar algo tan difícil?
Vengo del paisaje de representación, y en mi periplo por la vida observé que esos espacios que yo pintaba estaban siempre ordenados por la mano del hombre, eran paisajes humanizados. Eso me hizo recapacitar sobre el poder de la raza humana y sobre cómo vamos adaptándolo todo a nuestras necesidades, siendo el paisaje que habitamos la consecuencia más clara de ese cambio.
A través de mi pintura he tratado de narrar la lucha entre la racionalización impuesta por nosotros y lo orgánico de la naturaleza, la línea recta contra el “caos”. He intentado ahondar en esos espacios de unión entre ambos terrenos que se dan de forma más evidente en los extrarradios de las ciudades.
Subyacen otras cuestiones transversales a esa reflexión, como son la poesía de lo maltrecho, la belleza de lo aparentemente sucio, la crítica ecológica, el surrealismo que podemos encontrar en ciertas construcciones ilógicas, etc. Y todo lo que el espectador pueda concluir al observar uno de mis cuadros; ya que la experiencia vital de cada persona condiciona su modo de entender el mundo, y el mensaje artístico que lanza un autor como emisor no tiene porqué corresponder al que recibe el receptor del mismo. El arte es un lenguaje abierto en el que intervienen muchos factores. Y esa ambigüedad me gusta mucho.
8. Qué interesante. Hemos visto que tienes varias líneas de trabajo (que nos encantan), ¿has pensado trabajar en alguna otra en un futuro? De ser así, ¿cuál?
Todo lo que hago hoy es consecuencia lógica (entendiendo como lógica la que yo impongo a mi obra) de lo que hice en el pasado. Ya he explicado que vengo de un paisaje de representación mimética, una pintura de recreación como pudieran ser las impresionistas.
He ido ahondando en aspectos más trascendentales de ese paisaje, en las consecuencias que la actividad humana impone sobre él. Miré a esos lugares de la memoria, casas abandonadas que son las cicatrices de nuestra existencia. He analizado aspectos de nuestro modo de vivir actual a través de espacios nocturnos, vacíos y llenos de cierta melancolía, por lo que me he introducido en los valores emocionales del paisaje. He caminado a través del misterio de la niebla que no nos permite ver el horizonte y nos embulle en un ambiente romántico al estilo de las pinturas de Gaspar David Friederich; en la pequeñez del ser frente a un universo desconocido.
He abiertos muchos caminos y siento que todavía me quedan más por descubrir. Ahora estoy investigando en estructuras imposibles que coloco en espacios abiertos. Suelen aparecer piscinas, cimientos, huecos en la tierra que hablan de los vacíos que creamos nosotros en contraposición al vacío del cielo. De la dureza de la piedra y el hormigón frente a la sutilidad de lo etéreo. Son pinturas que se acercan cada vez más a lo metafísico, en las que intento crear sensaciones más que hablar de algo concreto.
9. Y aquí un reto, ¿podrías definir tu carrera en una frase?
Participo de una carrera de fondo infinita en la que intento comprender y mostrar el mundo; hubo una salida pero no existe una meta.
Jorge, te agradecemos esta entrevista. Siempre nos gusta saber más sobre vosotros, conocer vuestras inquietudes e inspiraciones en el proceso de creación, así nos permite tener una visión más amplia de lo que la obra representa.
Si te has quedado con alguna duda del artista y su obra déjanos un comentario, él estará encantado de contestar. Para seguir informándote de arte hiperrealista u otro estilo de pintura solo tienes que preguntarnos, te asesoraremos.
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