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Andrés Gómez Servín: "Estoy convencido de que hoy en día se puede vivir del arte, se necesita algo o mucho de talento, mucha pasión y dedicación"

Andrés Gómez Servín ha desarrollado una gran variedad de obras a través de distintas disciplinas como la fotografía, la escultura, la impresión e incluso el video. Su trabajo es el resultado de acciones como coleccionar, catalogar o repetir gestos, con la intención de dar importancia a los pequeños detalles de la vida. Las obras que presenta en Saisho se distinguen por su sencillez y estilo minimalista, experimentando con los límites de la poética y de la narración como metáfora del paso del tiempo.

Tu trabajo resulta de la observación de los detalles mínimos de la vida cotidiana. ¿Qué te atrae tanto de la contemplación de lo ordinario?

Creo que puedo ir hacia muy atrás en mi vida y recordar algo que leí en la adolescencia. Una entrevista del artista Al Hansen, del grupo Fluxus, en la cual justificaba su uso de basura como material de trabajo, con la idea de que Dios está en todas las cosas, y por lo tanto todo es bello. Eso me impresionó mucho; al margen de la visión religiosa o filosófica, estoy convencido de que la belleza está más en la mirada del espectador que en el objeto de la mirada. Sé que es un poco cliché, pero lo es porque viene de algo profundo. Con eso en mente, creo que podemos encontrar historias y poesía en casi cualquier lugar y cualquier momento, y que por lo tanto la belleza y las experiencias estéticas se pueden dar no sólo en espacios predeterminados para ello —un museo, una galería— sino en esta misma habitación en donde nos encontramos ahora, y esto ser un antídoto para las durezas de la vida cotidiana… Años después, en la década pasada, descubrí a Georges Perec y su estética de lo infraordinario, y de inmediato me identifiqué con esa búsqueda.

Tu serie Interfono, al igual que mucho de tu trabajo, la creaste a partir de caminatas por la ciudad, como una suerte del Robinson Urbano de Muñoz Molina. ¿Es este devenir sin rumbo fundamental en tu producción?

Se ha vuelto fundamental, aunque no fue deliberado, sino que es algo en lo que he reflexionado mucho y de lo que he tomado consciencia muy gradualmente. Crecí en una zona residencial en Guadalajara en la que iba a todas partes en auto; cuando me mudé a la ciudad de México, a los 23 años, lo hice evadiendo las responsabilidades y el estrés de conducir un auto, por lo que desde entonces uso el transporte público, y sobre todo, camino. Tuve muchos empleos de oficina pero no duré demasiado en ninguno, en gran medida porque no me gustaba la idea de estar en un mismo lugar todo el tiempo. Me identifico mucho con las reflexiones de Francis Allÿs acerca del paseo como ejercicio de meditación, y por otra parte, creo que la ciudad de México es una fuente inagotable de estímulos e información: sigo sintiendo la misma extrañeza que cuando llegué, hace más de diez años.

En 2015 estableciste tu propio sello editorial (Mixedmedia.press), dedicado a la conceptualización y publicación de libros de artista y proyectos de arte y diseño. Además, tienes proyectos musicales y curatoriales. ¿Cómo influyen estas experiencias en tu producción artística?

Trato de pensar las distintas actividades con términos similares y creo que siempre desde una perspectiva de diseño, mi formación profesional. A partir del diseño me acerco igual a la edición de libros de otros artistas como lo hago con mi producción personal. Siempre me ha fascinado la idea de tener la libertad de no limitarme a hacer sólo una actividad, o a definirme con una sola etiqueta, y algo en lo que pienso mucho es lo revelador que resulta el hecho de que diferentes actividades —las artes visuales, la música y la arquitectura, por ejemplo— compartan incluso la misma nomenclatura (composición, ritmo, equilibrio, contraste, etcétera). Así que, trato de observar, poner atención y extraer lo que me pueda ser útil de todo lo que hago. Un ejercicio recurrente es tratar de acercarme a las cosas como si fueran algo más: un libro como si fuera una película; un dibujo como si fuera un poema, o una foto como si fuera una pintura.

Aunque tus estrategias son cercanas al minimalismo y trabajas con materiales básicos, también en tu obra se aprecia una gran variedad de disciplinas, ¿es una forma ésta de mantener una evolución constante en tu trabajo?

Reconozco del minimalismo la búsqueda por el extremo de la sencillez y la transparencia, no tanto de las técnicas o materiales sino en términos conceptuales. Me considero aprendiz de todo, por lo que estoy en una posición muy cómoda de exploración de medios para representar mis ideas o mis observaciones. Como dije, trato de informar lo que hago con todo lo que observo y aprendo, tratando de establecer vínculos entre las distintas fuentes de información: vida cotidiana, arte, diseño, música, literatura, etcétera, y el dibujo, la pintura, la fotografía y las demás disciplinas son medios que están al servicio de un objetivo básico: comunicar, mostrar de la manera más directa y clara posible mis ideas y observaciones.

 

¿Qué te interesa transmitir a través de tu trabajo? ¿Cuáles son los temas que exploras en tus obras?

En toda mi producción está presente la intención de buscar la poética de las cosas y sus posibles líneas narrativas. Creo que hay algo de juego en todo lo que hago, una voluntad por mostrar con humor algo puro, imperfecto, genérico pero al mismo tiempo único. Me interesa estimular la capacidad de asombro y de observación de nuestro entorno y de nuestra experiencia individual. Me interesa plantear preguntas básicas, reflexiones filosóficas primarias, con temáticas como las dimensiones macro y microscópicas, la tensión entre la individualidad y la colectividad, o nuestra relación con el tiempo, tema particularmente recurrente.

¿Cómo es tu proceso diario de trabajo?

Desde que establecí el sello editorial, he aprendido a desarrollar mis prácticas de manera paralela, a distintas velocidades. En la actualidad, mi actividad profesional se reparte entre mis proyectos artísticos individuales, el desarrollo de proyectos editoriales con mi sello editorial y el diseño gráfico (¡además de mi proyecto personal de vida, compartido con mi pareja!). Trato de dedicar las mañanas a las actividades administrativas, ejecutivas de los proyectos, y durante la tarde —y muchas veces la noche— dedicarme al trabajo creativo más personal. Trato de ser ordenado y busco un equilibrio en mis actividades para dedicarle un poco de tiempo, día con día, a todos los proyectos que tengo en desarrollo, sin descuidar mis prioridades. Me gustan los rituales: empezar el día con café, limpiar la mesa, afilar los lápices… todo esto es parte del proceso. Algo que me gusta mucho es atestiguar que todos los creadores tienen sus rituales, totalmente particulares, que casi son una ética: alguna vez leí que Brian Wilson —el genio de los Beach Boys—, programaba sus sesiones de grabación siempre en el mismo horario, de 12 a 18:00, previo desayuno rico en carbohidratos. Pienso que para un artista es importante el autoconocimiento, la reflexión y la profundización acerca de sus procesos creativos. Es valioso hablar de ello, tener interlocutores para compartir experiencias.

Como artista, ¿qué relación tienes con el mercado del arte? ¿Y con los coleccionistas que compran tu obra? ¿Crees que hoy en día se puede vivir del arte?

Para mí es importante entender la distinción entre arte y mercado del arte, así como lo es con mis otras profesiones: la edición de libros y el mercado de los libros, el diseño y el mercado del diseño; es decir, la actividad y todo el sistema económico-comercial alrededor de esta actividad. Esto me ayuda a llevar un proceso íntimo, en el cual no debo de pensar si tal o cual obra funcionará de determinada manera (si “venderá”) en el mercado, sino que es un proceso que debe responder a mis propias exigencias. Y como todos los mercados, el mercado del arte es muy diverso y complejo, y que muchas veces no valora ciertos aspectos (como la honestidad o la calidad de la propuesta) y privilegia otros (como el impacto de lo novedoso o de la provocación). He tenido la fortuna de desarrollar mi carrera rodeado de otros artistas y agentes (curadores, críticos, museógrafos, gestores, etcétera) que comparten una pasión sincera, transparente, por el arte. La relación que tengo con los coleccionistas de mi obra siempre se ha dado en términos amistosos y de mucho respeto y admiración mutua. Estoy convencido de que hoy en día se puede vivir del arte, tanto como se puede vivir de otra actividad profesional especializada: se necesita algo o mucho de talento, mucha pasión y dedicación. Creo que la pasión es indispensable: si le dedicas la mayor parte de tu tiempo a algo, será mejor que esa actividad te apasione.
andres gomez servin obra
 

¿Cómo ves el sistema del arte para los artistas en general y los jóvenes en particular? ¿Qué crees que se podría mejorar?

Creo que el sistema del arte actual es muy complejo, tanto como lo es la vida contemporánea, con sus profundas contradicciones y claroscuros, que sin duda está llena de dificultades, y que se necesita una gran inversión de esfuerzo para sobresalir… pero que al mismo tiempo presenta oportunidades como nunca antes, en cuanto a las posibilidades de producción y difusión del trabajo. Como mencioné en la pregunta anterior, creo que es importante entender la diferencia entre la práctica artística y las actividades profesionales para difundir y monetizar el trabajo, y en ese sentido, los artistas jóvenes tienen una amplia cantidad de herramientas para facilitar esa labor. Es evidente que la introducción de las tecnologías actuales han favorecido la difusión del conocimiento y la información, lo cual nos ha beneficiado a todos, pero también hay una laguna en la profesionalización del arte como actividad profesional. Me parece que de parte de la mayoría de los actores del medio hay una gran área de oportunidad en la profesionalización, para la que hace falta primero desmitificacar al arte como una actividad un poco aparte, cuando en la vida real, la mayoría de los artistas son —somos— seres que tienen una vida cotidiana tan común como la de cualquier otro ciudadano: que paga la renta y busca desarrollar su actividad en un medio justo, equitativo, libre de conflictos, etcétera.

¿En qué estás trabajando ahora, cuáles son tus próximos proyectos?

Estoy profundizando en un proyecto que gira alrededor del concepto del devenir, a partir de la cita de Heráclito en la que declara que nadie se baña dos veces en el mismo río, para el cual estoy preparando varias obras, entre ellas una instalación y una pieza de audio. Paralelamente continúo con los proyectos editoriales: en 2020 planeo publicar nuevas colaboraciones con artistas y un libro nuevo de mi autoría, que está a medio camino entre ser proyecto de arte y proyecto editorial: se trata de una investigación que he realizado de las composiciones cromáticas de las fachadas realizadas con mosaico veneciano características de la arquitectura de mediados del siglo XX de la ciudad de México, un proyecto en el que he trabajado desde hace un par de años y que espero pueda publicarse pronto.
 

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