El mercado del arte español aunque ha mejorado sus resultados de ventas finales tras los peores años de la crisis, sigue siendo muy pequeño con respecto a los grandes actores del mercado internacional (Estados Unidos, Reino Unido, China y países europeos como Francia, Alemania, Italia o Suiza). Pero ¿por qué en un país en el que hay más de 200.000 millonarios y la clase media todavía representa más del 50% de la población, el porcentaje de compradores y coleccionistas es tan pequeño?
La razón más clara es la falta de compromiso con el coleccionismo de una sociedad en la que falta verdadera cultura artística. Aunque éste es el principal escollo, surgen otros problemas como una legislación que no ayuda, el poco compromiso institucional, el miedo a las crisis económicas y, sobre todo, la necesidad de que las personas de nuestro país se involucren en el mecenazgo y en la compra de arte.
Aún así, el sistema artístico en nuestro país es sólido y aunque el mercado tiene retos que afrontar, surgen nuevas iniciativas que aportan dinamismo a un sector muchas veces poco dado a los cambios. Por ejemplo el mercado del arte online sigue creciendo, liderado por las plataformas de las grandes salas de subastas internacionales, como Christie’s o Sotheby’s. La influencia de las redes sociales, y especialmente de Instagram, desempeña un papel cada vez más relevante. Asimismo, las galerías depositan muchas esperanzas en las potencialidades de Internet como canal de venta cada vez más global. Aparecen además iniciativas relacionadas directamente con la venta de arte online, como Saisho, que pretende ser el catalizador de una nueva generación de coleccionistas, mediante el asesoramiento y el acceso a la adquisición de obras de arte, en cualquier parte del mundo.
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Tabla de contenidos
Estructura del mercado del arte
En España, el mercado del arte está estructurado, básicamente, de la siguiente forma:
Casas de subastas
Las subastas suponen el eje principal del mercado secundario del arte y su coleccionismo. Su repercusión mediática y alta rentabilidad le hacen tener un papel fundamental, además de que su funcionamiento es fácil y accesible. Es el sector más difundido del mercado del arte y al ser públicos los resultados del precio final ofrecen confianza a los clientes y añaden transparencia al mercado.
Según el último informe de Clare McAndrew para la Fundación La Caixa, dentro del sector de las subastas hay un núcleo de unas 50 casas de subastas localizadas en las ciudades principales, como Madrid y Barcelona, que cuentan con programas de subastas regulares, centradas principalmente en las bellas artes o las artes decorativas y las antigüedades, o bien que realizan ventas particulares mediante sus oficinas en dichas ciudades. Se estima que las ventas en subastas durante 2016 representaron un 20% del valor del mercado del arte total, alcanzando un total de 74,9 millones de euros (entre subastas públicas, on-line y ventas particulares).
Una de las características clave del sector de las subastas en España es el precio de mercado, relativamente más bajo. En 2016, en el mercado de las subastas de bellas artes, casi la mitad de las ventas efectuadas se pagaron a un precio inferior a 1.000 $. El 97% de los lotes se vendieron por menos de 50.000 $ y solo una pequeña fracción (del 0,5%) se vendió a precios superiores a 250.000 $.
Galerías
Las galerías son la primera puerta que se abre al artista para comercializar su obra. El trabajo del galerista consiste en realizar exposiciones y en promover y vender la obra de los artistas a los posibles coleccionistas.
El sector español de galerías está compuesto por 2.845 empresas registradas en 2016, entre ellas anticuarios. Existe un núcleo de unas 650 galerías de arte y antigüedades que trabajan en diferentes sectores y que generaron casi un 70% de las ventas en el sector.
Según el último informe sobre el mercado español del arte publicado por la Fundación Bancaria La Caixa en 2017, se estima que en nuestro país las ventas en el sector de las galerías alcanzaron los más de 300 millones de euros, lo cual representa un 80% del valor total del mercado. Tras el estancamiento después de la crisis, las ventas en galerías han alcanzado su mayor nivel desde 2008, pero todavía están por debajo de su punto álgido de 2007, cuando fueron estimadas en 372 millones de euros.
España sigue siendo un mercado con un precio relativamente bajo en comparación con sus homólogos globales más grandes, tanto en los sectores de subastas como en el de galerías. Igual que en el caso de las galerías internacionales, la mayoría de las transacciones en el mercado español de las galerías se produce a precios relativamente bajos. La mayoría de las obras vendidas por galerías locales tuvieron un precio inferior a 5.000 euros. El mayor segmento de transacciones en España fue el de obras con precios de entre 1.000 y 5.000 euros. Solo una proporción relativamente pequeña de ventas se realizó a precios de más de 250.000 euros.
Ferias de arte
Las ferias ponen en contacto a los vendedores con los compradores y sus ingresos provienen del alquiler de los stands. Para las galerías, la participación en ferias cada vez tiene más importancia en el mercado del arte. En concreto en nuestro país las ventas en ferias de arte han aumentado de un 35% en 2013 a un 41% en 2016. Las galerías asistieron a cinco ferias de media en 2016 (cifra similar a la indicada a escala global), con una media de tres internacionales y dos locales en España.
La feria más importante en España es ARCO, que celebrará su 39.ª edición en 2020. ARCO se centra en obras contemporáneas de galerías españolas e internacionales y es un lugar fundamental de intercambio, interacción y comunicación para muchas galerías de arte españolas, además de una vía de entrada al mercado español del arte para los coleccionistas internacionales. Por las diez ferias más importantes de nuestro país pasó una cifra estimada de 150.000 visitantes en 2016 (un 20% más que en 2014), que, sumada a la de ARCO, asciende a los más de 258.130 visitantes. Las cifras de expositores también han aumentado en los años que van de 2014 a 2016. Sin embargo, han variado mucho en función de la feria y de sus programas y veteranía. Aunque los precios varían considerablemente, las ferias que pudieron proporcionar esta información indicaron que los precios medios se situaron entre 3.000 € y 20.000 €, y el precio máximo de ventas en los dos últimos años en todas las ferias (excluida ARCO) se había registrado en 500.000 €.
Retos del mercado del arte
Educación artística y fomento del coleccionismo
La inexistencia de una tradición de coleccionismo en España va asociada a la falta de formación en materia de arte en los planes de estudios españoles, que no contribuyen en absoluto a estimular el interés por la cultura contemporánea o a promover su valor. Aunque España cuente con un número relativamente elevado de ciudadanos con rentas altas, la cultura del coleccionismo parece haber quedado relegada a otros mercados más desarrollados como el minorista, la industria y el sector inmobiliario.
Además, mucha gente sigue considerando el arte como un mercado elitista. Los medios de comunicación no solo no ayudan a fomentar la actividad de coleccionismo, sino que refuerzan la imagen elitista que de ella se tiene en España publicando únicamente los precios más elevados alcanzados en las subastas de mercados internacionales, lo que agudiza la percepción de que el mercado del arte está fuera del alcance de la mayoría de la población.
Es fundamental por tanto impulsar la actividad de coleccionismo en nuestro país para aumentar las compras, no solo de los coleccionistas más comprometidos (que son pocos) sino de otro tipo de compradores ocasionales que ayudan a sostener el mercado. Porque sin la existencia de programas activos destinados a fomentar la propiedad de obras de arte como una forma potencial de posesión de riqueza ni a estimular la inversión en arte a nivel institucional o corporativo, el mercado del arte en España seguirá estancado.
Ley de Mecenazgo y fiscalidad
En general, los sucesivos gobiernos de nuestro país no han sabido valorar en su justa medida los efectos beneficiosos del arte en la economía, tratándolo como industria del lujo y no como cultura, lo que supondría proporcionarle apoyo público mediante incentivos y una Ley de Mecenazgo mucho más ambiciosa.
La mayor parte de los limitados incentivos que se han implantado, se aplican a los sectores históricos y apenas existen iniciativas para estimular la creación artística y el mercado en general. Muchos opinan que los incentivos son sumamente restrictivos en lo relativo al alcance de las deducciones (frente a las deducciones fiscales aplicables a las donaciones, que oscilan entre el 60% y el 100% en mercados como Francia y Estados Unidos) y al modo de adquirir la condición de mecenas, que conlleva importantes beneficios accesibles durante la vida de un coleccionista y que no se limitan a la planificación patrimonial.
En términos de IVA, una reducción de la fiscalidad favorecería la actividad de coleccionismo, tanto en el ámbito público como en el privado, e incrementaría la cifra de operaciones imprimiendo al sector un mayor dinamismo. El sistema de IVA es complejo y confuso y los tipos de IVA de nuestro país (al 21%) reducen la competitividad de nuestras galerías en las ferias de arte frente a galerías extranjeras cuyas ventas tributan a tipos bajos o no están sujetas a tributación alguna.
Necesidad de internacionalizar el mercado
Es fundamental incrementar la presencia de nuestro mercado en el mercado internacional del arte. Las ferias de arte son cada vez más importantes para el negocio de las galerías y de la venta de arte, demostrando así ser un instrumento decisivo de internacionalización. Convendría, pues, que se incrementaran los incentivos a la participación en ferias de arte nacionales e internacionales, o los beneficios asociados a ciertos gastos e inversiones destinados a promocionar obras de arte.
También es importante en este sentido que los coleccionistas y compradores en España apoyen el trabajo de los artistas del país, ya que al aumentar considerablemente la oferta de estos artistas, suben sus cotizaciones y aumenta la proyección internacional de los mismos.
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