Coincidiendo con nuestra última #onlineexhibition, titulada ENFOCO, hemos querido investigar sobre la conservación de fotografías. La International Federation of Library Associations and Institutions publicó hace unos años una muy completa e interesante investigación sobre este tema porque, aunque el deterioro es un proceso continuo y natural en cualquier obra, hay muchas medidas que se pueden tomar para reducir estos procesos. Además, los tratamientos de restauración cuando una imagen ya está deteriorada son mucho más costosos y necesitan ser realizados por un conservador profesional. Para no llegar a este punto, es necesario tomar unas ciertas precauciones que harán que los procesos de deterioro disminuyan considerablemente y nuestras fotografías se conserven mucho más tiempo en óptimas condiciones.
Bien estén las obras en un lugar público (galerías, museos, en las oficinas de una empresa…) o en el ámbito privado, existen ciertos factores que pueden contribuir al deterioro de las obras
Tabla de contenidos
Factores que contribuyen al deterioro de las fotografías
Hay tres factores importantes que contribuyen al deterioro de las fotografías:
1. Factores ambientales
Humedad relativa y temperatura
Todos los materiales fotográficos son sensibles a temperaturas altas, bajas y a fluctuaciones de la humedad relativa.
La humedad relativa alta ablanda los documentos y la baja los encoje; en ambos casos la imagen sufre y se producen daños. La humedad relativa ideal es de 30 a 40%. Por su parte, cuanto más alta sea la temperatura, más rápidamente se deteriora una fotografía, especialmente si la humedad relativa es también alta. La combinación de temperatura y humedad relativa altas fomentan el crecimiento de moho sobre la capa que contiene la imagen. Después de que se produzca una infestación activa de moho sobre una fotografía, generalmente es imposible quitarlo sin dañar la fotografía.
Las fluctuaciones en temperatura y humedad relativa, o los cambios constantes, producen cambios químicos y mecánicos que son especialmente dañinos para las fotografías. Cuando se sufren cambios constantes tanto en la temperatura como en la humedad relativa, se producen los mayores daños estructurales y de deterioro químico.
Contaminación atmosférica
Gases de automóviles, hollín, cenizas, los gases emitidos por la madera sin tratar, las pinturas y barnices, los papeles de mala calidad, los plásticos en contacto directo con las fotografías o los gases emitidos por productos de limpieza pueden producir oxidación de las imágenes y desvanecimiento. Especial atención hay que prestar a las fotografías de plata y a las imágenes producidas con impresoras de inyección de tinta, ya que son particularmente sensibles a los contaminantes ambientales.
Luz
Todos los materiales fotográficos son susceptibles a la luz. El daño producido por la luz es acumulativo y depende de la intensidad, el tiempo de exposición, el tipo de radiación y la longitud de la onda. La luz visible en la parte azul del espectro (de 400 a 500 nanómetros), y la radiación ultravioleta (UV) (de 300 a 400 nanómetros) son especialmente dañinas. Tanto la luz solar como los tubos fluorescente comunes son grandes fuentes de UV.
2. Almacenamiento
Copias
Un sistema excelente para almacenar copias es montarlas en un paspartús. Los paspartús ofrecen una gran protección contra el daño físico y también contribuyen a protegerlas de la contaminación ambiental y de las fluctuaciones de medio ambiente. Las fotos que tienen una dimensión mayor de 20 cm x 25 cm deben almacenarse en forma horizontal. Si han de ser almacenadas verticalmente hay que evitar que las fotografías se doblen bajo su propio peso.
Copias de gran formato
Es necesario guardar las fotografías de tamaño grande entre una carpeta, intercaladas con papel, o entre una funda de poliéster. Luego se deben guardar en cajas suficientemente grandes o en gabinetes tipo mapoteca o planoteca. Se debe evitar guardarlas enrolladas porque se pueden quebrar al desenrollarlas para ser utilizadas.
Fotografías enmarcadas
Con las fotografías ya enmarcadas hay que asegurarse que el paspartú y las bisagras por medio de las cuales está la fotografía adherida a éste son de calidad óptima, es del tamaño apropiado y está en buen estado.
Copias impresas de fotografías digitales
En los últimos veinte años un gran número de nuevos procesos y productos han surgido en el campo de las impresiones de fotografías digitales. De hecho las copias digitales hechas con impresoras de inyección de tinta, con tintes por sublimación y electrostáticas se están utilizando para imprimir casi todas las obras de arte de arte actuales.
Estos materiales difieren en forma significativa de los procesos tradicionales de fotografía. Estas diferencias afectan los sistemas de almacenamiento y a los procesos de conservación. Ya que estos materiales son relativamente nuevos, solo se está comenzando a observar la forma en que envejecen y posiblemente se deterioren al cabo del tiempo.
Copias producidas con impresoras de inyección de tinta (ink jet)
A medida que las copias hechas con impresoras de inyección de tinta han comenzado a ser utilizadas para hacer obras de arte y otros objetos que tienen un mayor valor y deben permanecer en buen estado por mucho tiempo, la industria de las impresoras digitales ha mejorado la calidad y estabilidad ante la luz de sus tintas y sistemas de impresión. Sin embargo, estos objetos en general no se deben considerar estables ante la luz y se debe tener gran cuidado al exhibirlos. La sensibilidad a la humedad es otra área de gran preocupación. Se ha encontrado que muchas copias hechas con estos sistemas son sensibles al agua y las tintas se pueden correr al humedecerse. Aun al ser expuestas por tiempos muy cortos a pequeñas cantidades de agua o a niveles altos de humedad relativa, puede haber pérdida de la imagen.
3. Manipulación de las fotografías
Un gran porcentaje del daño al material fotográfico de una colección se puede atribuir a la falta de cuidado en la manipulación de las imágenes. Las reparaciones hechas con cita autoadhesiva, las marcas hechas sobre copias originales con tinta o marcadores de punta de fieltro, y la exhibición de material bajo condiciones inapropiadas o el daño ocasionado por métodos de transporte inadecuados, son algunos ejemplos de negligencia.
Al manipular fotografías o negativos es muy importante tener las manos recién lavadas, usar guantes limpios de algodón y que no suelten pelusa o guantes de plástico inerte (como el nitirlo) y evitar tocar la superficie de las fotografías.
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