« Saisho Magazine

Labubu: el art toy que conquistó Art Basel

Labubu: el art toy que conquistó Art Basel

El mercado del arte lleva años desafiando sus propios límites. Lo que antes era considerado diseño o juguete, hoy puede ser objeto de colección y protagonizar ferias internacionales. Y pocas cosas lo simbolizan mejor que Labubu, el personaje que ha pasado de la ilustración infantil al coleccionismo global. Pero, ¿qué convierte a estas figuras de vinilo en un objeto de deseo por el que se pagan cifras de hasta cinco dígitos? ¿Y qué dice eso del momento cultural que atravesamos?

Labubu: El nacimiento de un ícono

Labubu es un personaje creado por el artista hongkonés Kasing Lung, originalmente pensado para ilustrar una historia infantil. Forma parte de un universo más amplio llamado The Monsters, poblado por varias criaturas inspiradas en la mitología nórdica. Sus sus orejas puntiagudas, mirada desconcertante, y sonrisa entre siniestra y entrañable, volvieron a Labubu una figura reconocible desde el primer momento.

Lo que comenzó como ilustración infantil dio paso, más tarde, a su reproducción en vinilo. Primero de forma artesanal. Luego, a mayor escala en colaboración con How2work, y eventualmente, de la mano de Pop Mart, la compañía china que ha convertido los art toys en fenómeno cultural y negocio multimillonario. 

Everybody Knows / Kasing Lung
Everybody Knows / Kasing Lung

¿Qué son los art toys?

Los art toys son figuras de edición limitada, creadas por artistas contemporáneos, diseñadores, o ilustradores, y fabricadas casi siempre en vinilo. A diferencia de los juguetes tradicionales, no están pensados para ser jugados, sino coleccionados. Su valor no reside sólo en su estética, sino en su escasez, su contexto cultural, y su autoría.

No son esculturas al uso, pero tampoco simples productos industriales. Se encuentran en una posición ambigua, cada vez más frecuente, entre arte, diseño, y objeto de consumo. Esta categoría incluye desde las figuras de KAWS o Takashi Murakami, hasta colaboraciones de artistas emergentes que hoy protagonizan algunos de los eventos más relevantes del panorama artístico contemporáneo.

Desde 2025, tras una explosión en redes sociales, la figura de Labubu se ha convertido la última tendencia viral. Algunas ediciones se agotan en segundos. Otras apenas llegan al mercado primario antes de multiplicar su valor de reventa. Su popularidad ha traspasado Asia, conquistando escenas de coleccionismo en Estados Unidos y Europa. 

Labubu edición limitada de Art Basel 2025
Labubu edición limitada de Art Basel 2025

Labubu en el mercado del arte

Durante la edición de Art Basel 2025, una edición limitada de 100 figuras exclusivas de Labubu, personalizadas en azul con un pequeño nivel de burbuja como guiño curatorial, fue lo primero en agotarse del shop oficial de la feria. Cada una se vendió por 200 francos suizos en apenas 20 minutos, y no tardaron en agotarse en plataformas de reventa por más de 2.500 €, más de 10 veces su precio de salida. 

En mercados como el asiático, ediciones raras de Labubu han llegado a alcanzar cifras que superan los 100.000 dólares en subastas privadas, igualando o superando los precios de obras de varios artistas contemporáneos consolidados. Para algunos, estos datos consolidan su valor como objeto artístico. Para otros, es una provocación más dentro del juego entre cultura visual, mercado, e ironía.

La irrupción de los Labubu en ferias de arte ha reactivado un viejo debate: ¿Todo lo que se vende en ese contexto puede considerarse arte? ¿O se trata de una moda pasajera bien promocionada?

La respuesta no es sencilla y la pregunta no es nueva; ya la han generado los ready-mades de Duchamp, las latas de sopa de Warhol, y los globos metálicos de Jeff Koons, entre otros. En términos formales, los Labubu no presentan una complejidad técnica equiparable a la escultura tradicional. Son figuras de producción limitada, fabricadas en vinilo. Pero su potencia simbólica, su narrativa visual, y su impacto cultural sí los colocan dentro de la conversación artística contemporánea. La clave, como siempre, está en el contexto y en la intención.

Labubu de 131 cm de altura vendido por 1.08 millones de yuanes (alrededor de 130.000 €)
Labubu de 131 cm de altura vendido por 1.08 millones de yuanes (alrededor de 130.000 €)

La viralidad y el coleccionismo posmoderno

El auge de los Labubu también plantea preguntas más profundas: ¿Hasta qué punto el mercado está guiando el gusto? ¿Qué papel juegan la viralidad y la escasez en la percepción del valor? ¿Y qué ocurre cuando la fiebre por lo coleccionable eclipsa el criterio?

Reducir su valor a la moda sería superficial. Como ocurre con muchas obras contemporáneas, su poder no está sólo en el objeto, sino en la conversación que genera. Kasing Lung no vende muñecos; vende narrativas visuales, referencias culturales, y un imaginario propio con iconografía reconocible. Y eso, desde la perspectiva del arte contemporáneo, es profundamente relevante.

Saisho valora el arte desde el conocimiento, e invita a mirar más allá del fenómeno. A comprender lo que está detrás de estas operaciones: no sólo como crítica, sino como observación necesaria para quienes desean coleccionar con criterio.

No todo lo que sube de precio es arte. No todo lo que es arte sube de precio. El caso de Labubu no es una excepción, sino un ejemplo. Un recordatorio de que el mundo del arte no se divide entre lo legítimo y lo banal, sino entre lo que se comprende y lo que aún no se ha entendido del todo. Por eso, el verdadero coleccionismo exige separar el ruido de la propuesta.

En un mercado cada vez más saturado de estímulos, recuperar el criterio y formarlo, es una forma de resistencia. Porque coleccionar no es sólo acumular. Es decidir qué merece ser conservado.

¿Quieres coleccionar arte pero no sabes por dónde empezar?

En Saisho te ayudamos

Descubre cómo
Leave a Reply