Con la incorporación de José Luis Serzo y Rómulo Celdrán, la exposición Ocho formas de mirar el presente alcanza su última revelación antes de abrir sus puertas el 11 de septiembre en S Gallery. Dos propuestas que, desde lenguajes distintos, confluyen en un mismo territorio: el de la forma como vehículo de pensamiento, capaz de activar en el espectador tanto la emoción como la reflexión crítica.
Lo cotidiano, elevado por la forma – Rómulo Celdrán

La práctica de Rómulo Celdrán se sostiene sobre una premisa clara: dar al objeto común un estatuto extraordinario. Su obra, que combina precisión técnica con un planteamiento conceptual sólido, parte de elementos tan simples como una esponja, una grapa, o un tornillo, para transformarlos en artefactos visuales de contemplación.
En series como Zoom, Solid o Digital Tenebrism, el artista altera la escala, manipula la iluminación, y trabaja la textura con un rigor casi quirúrgico, desplazando al espectador hacia un espacio donde lo ordinario reclama una atención desacostumbrada. Esta operación no es mero virtuosismo: es una reflexión sobre la jerarquía de la mirada, sobre qué consideramos digno de ser observado.
Su obra se inserta en un linaje que reconoce la tradición —del claroscuro barroco al hiperrealismo contemporáneo—, pero rehúye la cita vacía. En lugar de subordinar la ejecución a la idea, Celdrán propone una recuperación del oficio como vía para cuestionar los discursos dominantes del arte actual. En un mundo saturado de imágenes fugaces, su trabajo funciona como una pausa: una invitación a mirar mejor, y a conceder valor a lo que habitualmente pasa inadvertido.
La evolución de la figuración narrativa – José Luis Serzo

En el universo de José Luis Serzo, la pintura es al mismo tiempo escenario, relato, y experiencia inmersiva. Su figuración narrativa integra recursos plásticos y teatrales para construir escenas simbólicas que oscilan entre lo onírico y lo alegórico. Escenografías cuidadosamente iluminadas, pincel seco para atmósferas difusas, empastes para acentos narrativos, y perspectivas imaginativas generan mundos verosímiles donde lo irreal cobra forma.
Serzo no se limita a representar historias: las construye como arquitecturas visuales complejas, donde cada elemento —desde el vestuario de los personajes hasta la disposición espacial— participa en un tejido de significados múltiples. Su obra dialoga con referentes históricos como Goya o Courbet, pero lo hace desde una identidad heterónima y mutable, capaz de adoptar distintos personajes y puntos de vista.
En sus pinturas, esculturas, e intervenciones espaciales, el exceso, el deseo, el misterio, y el humor se entrelazan en narraciones que buscan provocar una experiencia total. Más que ilustrar un argumento, Serzo activa un espacio mental en el espectador, donde las imágenes se convierten en detonantes de memoria, imaginación, y pensamiento crítico.
Un mapa completo
Con Serzo y Celdrán, el recorrido curatorial de Ocho formas de mirar el presente se cierra, no en un punto final, sino en un umbral. Las ocho salas que conforman la muestra despliegan estrategias diversas para pensar la imagen hoy: desde la materia y la naturaleza hasta el cuerpo, el objeto, la historia, y la narrativa.
La cita es el 11 de septiembre en S Gallery Madrid (calle Ferraz 78), con plazas limitadas para su inauguración. Una oportunidad para experimentar en directo cómo ocho universos artísticos distintos pueden, juntos, construir una cartografía de lo visual contemporáneo.

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